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La soberanía alimentaria como desafío para el desarrollo en el Ecuador. Por Thalía Ulloa.


El libre mercado no es positivo para el ambiente, esto se demuestra a través de la soberanía alimentaria. El primer punto a analizar es la incidencia del libre comercio en el hambre del mundo. Como segundo punto, desarrollaré la soberanía alimentaria en Ecuador ligada a la producción de alimentos por parte de campesinos. El tercer punto tratará acerca de la producción de brócoli y tomate en el país y las respectivas implicaciones en el comercio nacional. Finalmente, se expondrá una conclusión a partir del análisis realizado.

Hace más de diez milenios, la sociedad comenzaba a construir su legado agrario caracterizado por la observación de semillas propias de las localidades para ser utilizadas en sistemas diferenciados de producción de alimentos; sin embargo, se adoptó un sistema de producción basado en insumos y costos externos (Barkin, 2002). En este nuevo sistema, se planteó como solución ideal la producción de grandes volúmenes de alimentos para el abastecimiento de la población, contrario a los objetivos planteados, los alimentos se transformaron en artículos dejando de lado su función de sostener y cubrir las necesidades alimenticias, lo que provocó que millones de personas sean privadas de este derecho vital (Cantú-Martínez, 2008). 

De acuerdo a la FAO et al (2019), más de 820 millones de personas siguen padeciendo hambre en el mundo (una de cada nueve personas en el mundo), demostrando que este problema se ha incrementado significativamente (Figura 1).

Fig 1. El número de personas subalimentadas en el mundo ha ido en aumento desde 2015 y se ha vuelto a situar en niveles de 2010-2011.

Fuente: FAO et al (2019).

 

Otras estimaciones respecto a la inseguridad alimentaria grave (Tabla 1), indican que en las subregiones de África, el hambre se ha elevado hasta un 20% mientras que para América Latina y el Caribe, el aumento se está dando lentamente (debajo del 7%); en cambio, en Asia se exhibe que un 11% de su población se ve afectada por la subalimentación (FAO et al. 2019).

Tabla 1. Prevalencia de la subalimentación en el mundo, 2005-2018.

Fuente: FAO et al (2019).

Con base en lo anterior, se puede deducir que una gran cantidad de la población mundial tiene una alimentación insuficiente o poco sostenible que apenas les permite cubrir sus necesidades energéticas mínimas para sobrevivir. Este hecho es alarmante debido a que si decimos que la alimentación es un derecho, este no se estaría cumpliendo. En este contexto, el papel de la soberanía alimentaria es fundamental ya que, en teoría, este permite el acceso y control de los recursos productivos a través del accionar de “comunidades minoritarias” como campesinos e indígenas (Cantú-Martínez, 2008; FAO, 2014).

Entonces, ¿será que en Ecuador se está garantizando la soberanía alimentaria? De acuerdo a un estudio realizado por Heifer (2014), el 88% de la producción nacional proviene de la agricultura familiar y campesina, que en promedio poseen fincas de 6,9 ha, ocupando solamente el 47% del área agrícola del país. Pese a la inequidad referente a la tenencia de tierra, contribuyen significativamente en la soberanía alimentaria del país, produciendo el 45% de los alimentos (Heifer, 2014). A continuación, se presenta en la Tabla 2 información acerca de la producción de cultivos por parte de la agricultura familiar y campesina.

Tabla 2. Participación de la agricultura campesina y familiar en la producción de ciertos cultivos alimenticios en el Ecuador.

Fuente: Bravo (2016).

A pesar de la importante contribución en la producción de alimentos, este tipo de agricultura no es la más promovida e incluso varias de las políticas públicas están orientadas a la agricultura industrial (Bravo, 2016). Un problema clave con este tipo de agricultura es el cambio de uso de suelo en áreas monopolizadas para el agro negocio en el Ecuador (Bravo, 2016). Un ejemplo específico es la transformación de haciendas productoras de leche en plantaciones de brócoli y tomates para la exportación (Álvarez et al. 2014; Bravo, 2016).

Según MAGAP (2014), las dos principales hortalizas cultivadas en el país son las ya mencionadas, en donde el brócoli es exportando y el tomate es utilizado en la agroindustria. En la Figura 2, se puede observar la evolución de estos cultivos con el paso del tiempo.

Figura 2. Evolución de los cultivos de tomate y brócoli 2000 – 2010

Fuente: MAGAP (2014).

Por otro lado, las provincias de Cotopaxi y Pichincha concentran la mayor producción de brócoli que se destaca por ser monocultivos mientras que las principales agroindustrias involucradas en el cultivo de tomate se localizan principalmente en Guayas (Andrade et al. 2000; MAGAP, 2014). Las figuras 3 y 4 exhiben las principales zonas de producción para ambos casos.

Figura 3. Producción de brócoli en hectáreas.

Fuente: MAGAP (2014).

Figura 4. Producción de tomate en las principales provincias del país.

Fuente: MAGAP (2014).

Se puede observar que este cambio en la matriz productiva ha estado influenciado fuertemente por las políticas neoliberales, en donde este sistema de cultivo se sustenta en una “agricultura sin agricultores”, es decir, el país dejo de ser un productor neto y pasó a convertirse solamente en un exportador (refiriéndome a este caso en particular). Esto demuestra la transformación abrupta y extremista en el territorio, y lleva a cuestionarnos si se está cometiendo un atropello en la soberanía alimentaria de los campesinos e indígenas debido a que muchos de ellos poseen únicamente minifundios de subsistencia.

Sin embargo, el problema no solo radica en este cambio en el uso de tierras sino que implícitamente trae consigo un problema serio y es que la horticultura ecuatoriana depende completamente de la importación de semillas (Álvarez et al. 2014). El brócoli es importado de 10 países extranjeros, siendo EEUU el principal proveedor, a la vez que el país importa tomates enteros de Italia, Chile, Estados Unidos, Argentina, entre otros conjuntamente con tomates frescos de Perú y Estados Unidos (Banco Central del Ecuador, 2013). Las Tablas 3 y 4 muestran las importaciones de semillas de cada producto. 

Tabla 3. Principales países importadores de brócoli.

Fuente: Banco Central del Ecuador (2013).

Tabla 4. Comercio internacional de tomate.

Fuente: Banco Central del Ecuador (2013).

Esta alta dependencia compromete fuertemente nuestra soberanía alimentaria ya que los precios de las semillas no necesariamente pueden favorecer nuestra balanza comercial y además EEUU comercializa sus semillas a precios bajos como una estrategia de mercado (Álvarez et al, 2014). Finalmente, la importación de estas semillas se encuentra en manos de Agripac y Ecuaquímica, los cuales figuran dentro de los 100 grupos económicos más fuertes del país, lo que empeora la situación actual que enfrentamos los ecuatorianos (Álvarez et al, 2014).

En conclusión, la soberanía alimentaria como mecanismo de desarrollo no necesariamente ha derivado en un progreso, más bien, en la mayoría de casos ha representado un reto como lo han demostrado las estadísticas acerca del hambre en el mundo. En el caso de Ecuador, vemos que se ha hecho muy poco para que las personas alcancen una soberanía alimentaria efectiva, limitando a los campesinos en el control de los procesos productivos y consolidando aún más a pocos grupos económicos que ya eran fuertes dentro del mercado nacional. En mi opinión, se requiere de una soberanía alimentaria que genere una agricultura en donde se garantice productos sanos y de calidad, que esté en armonía con los ecosistemas y que se reivindique el derecho de los pueblos en la generación de políticas agrarias basadas en las necesidades específicas urgentes.

 

Bibliografía:

Álvarez, T., Bravo, E., & Armendaris, E. (2014). Soberanía alimentaria y acceso a semillas hortícolas en el Ecuador. La granja, 20(2), 45-57.

Andrade, K., V. Roldán y M. Villanueva. 2000. Proyecto de tomate para cubrir la demanda insatisfecha para la industria. Tesis previa la obtención del título en Economía en Gestión Empresarial. Escuela Superior Politécnica del Litoral.

Banco Central del Ecuador. (2013). Información estadística. Comercio Exterior, Quito, Ecuador. Recuperado de hhttp://www.portal.bce.fin.ec/vto_bueno/ComercioExterior.

Barkin, D. (2002). El desarrollo autónomo: un camino a la sostenibilidad. Ecología política. Naturaleza, sociedad y utopía. (pp. 169-202). Buenos Aires. Ed. CLACSO.

Bravo, Velásquez, E. (2016). La soberanía alimentaria contada por sus actores. Universidad Politécnica Salesiana. Cuenca, Ecuador.

Cantú-Martínez, P.C. (2008). Desarrollo sustentable: Conceptos y reflexiones. Universidad Autónoma de Nuevo León. México.

FAO (2014). Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2013. Santiago. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

FAO, FIDA, OMS, PMA & UNICEF. (2019). El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019. Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía. Roma, FAO.

Heifer Ecuador. (2014). La agroecología está presente. Mapeo de productores agroecológicos y del estado de la agroecología en la sierra y costa ecuatoriana. Quito, Ecuador.

Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP). (2014). Sistemas de información del agro. Recuperado de http://sinagap.agricultura.gob.ec/.

Fotografía de portada por Andrea León

 

 

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