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La esclavitud del libre mercado. Juan Dávila.


La esclavitud es en esencia un estado jurídico, entendido como la apropiación legal de una persona sobre otra, en su manifestación más común (Welton, 2008). Sin embargo, es posible extender la comprensión de esta dominación hacia otros sujetos o expresiones socioeconómicas, como la naturaleza o las implicaciones del libre comercio sobre la vida en este planeta.  ¿No es acaso el sometimiento de los bosques una forma de sumisión de los organismos que los habitan? ¿No es lo es también el trabajo infantil asalariado (López, 2002)? En el pasado, la institución jurídica de la esclavitud se legitimó y reguló por la elaboración de leyes, que permitían obtener beneficios  productivos (Fatás, 1977; Welton, 2008), y en la actualidad, los procesos macroeconómicos vinculados a las políticas de libre comercio parecen continuar con la misma mecánica. Es por ello que es preciso develar las implicaciones políticas, ambientales y sociales de la liberación del mercado para todos los seres vivos en este planeta.

 

El libre mercado se caracteriza por la conformación de un sistema mundial de mercados interconectados, que permitirían el fortalecimiento del crecimiento económico. Estos están acompañados de una reducción drástica de la regulación de los mercados, de tal manera, pueden expandirse a través del globo casi sin límites, maximizando así su producción y ganancias, basados en la ventaja comparativa (Daly, 1993; Álvarez, 2019).

 

Sus defensores plantean que el mercado tiene, de esta manera, la capacidad de autorregularse, sin embargo, esto puede considerarse como una idea peligrosa y utópica, ya que conduce a que en lugar de subordinar la economía a la sociedad, sea la sociedad la que esté subordinada a la lógica del mercado (Álvarez, 2019).

 

En la transición de las economías emergentes a los mercados de competencia internacional, la presión de los mismos se transfiere del sector privado a los gobiernos para relajar el control y cumplimiento de la normativa ambiental, y así mantener las empresas en el territorio y no afectar su PIB, hecho conocido como efecto Delaware(Vaughan y Block, 2002; Black, 2007). Dicha relajación deriva en sin número de efectos ambientales específicos, como la aparición de refugios de contaminación. Un claro ejemplo es el aumento de más del 400% en las importaciones de desechos peligrosos de Estados Unidos a Canadá, país con regulaciones menos estrictas (Vaughan y Block, 2002). También lo es la propia necesidad de consumir combustibles fósiles para movilizar productos y personas entre mercados (Taush y Hersmati, 2018).

 

Estas externalidades del libre comercio son de particular preocupación, porque dejan en evidencia no solo el poder de corporaciones transnacionales sobre la gobernanza de los países, sino remueven sus responsabilidades sobre el medioambiente, dando lugar a pasivos ambientales, que aceleran el deterioro ambiental y vulneran además derechos universales derivados como el acceso equitativo, permanente y de calidad al agua, aire y suelo (Gudynas, 2014; Martínez y Acosta, 2017). El potencial de asimilación y regeneración de la biosfera apenas puede soportar los niveles actuales de explotación y consumo (Daly, 1993). Como especie nos apropiamos de cerca del 40% de la producción primaria terrestre, y es implacable pensar en el abastecimiento de una población creciente y un comercio liberado (Daly, 1993; Carpintero, 2007). Al expandir la actividad económica por medio del libre comercio se ejerce mayor presión sobre el medioambiente, por el creciente uso de recursos y por el aumento de los efectos degradantes (Vaughan y Block, 2002). Por tanto, el mercado debe tener límites (Esty, 2001).

 

Es evidente que la producción va a cesar junto con el agotamiento de los recursos (Esty, 20001), y eso en verdad no es nada sorprendente. Lo que hay saber objetivamente es lo que va a ocurrir en el planeta más allá de esos límites. Quizás es complejo abarcar todos los efectos en cascada que se desencadenarían con el colapso de los sistemas naturales, pero como sabemos, los ecosistemas regulan el clima, favorecen a una temperatura adecuada, son esenciales en la disponibilidad de agua dulce, producen el oxígeno indispensable, son fuente de alimentos, etc. (Martín-López y Montes, 2011). El problema ambiental no únicamente se traduce en las emisiones, si bien es uno de los temas centrales, pero dichos conflictos incluyen cambios en el régimen de temperatura y precipitación, limitada disponibilidad de tierras fértiles, incremento en la frecuencia de fenómenos medioambientales extremos, cambios en los regímenes estacionales, etc. Ante la escasez de agua dulce ¿esta se empleará en producir libremente o en abastecer a las personas? Bajo altas temperaturas y sin riego indefinido ¿Qué cultivos van a crecer? ¿Quiénes se van a alimentar?

 

El aumento de los costos ambientales nos empobrece, no nos vuelve más ricos (Daly, 1993), en particular por el agotamiento de recursos que aseguren la supervivencia presente y futura. Además, la liberación del mercado produce una estructura económica desbalanceada, que se caracteriza por la aparición de relaciones de clase muy diferenciadas y que limita la capacidad de auto-sustento (Taush y Hersmati, 2018). Si bien se ha establecido que el comercio libre beneficiaría a todos, lo evidenciado en la práctica es lo contrario, ya que estos mercados internacionales suprimen las economías locales y atentan contra la soberanía política y alimentaria de  los pueblos (Daly, 1993; Vaughan y Block, 2002; Windfuhr y Jonsén; 2005). Un evidente caso es el ocurrido en Colombia, con la ley 970, que consiste en que los agricultores deben hacer uso de semillas certificadas, que son semillas modificadas genéticamente y patentadas por Monsanto-Bayer, lo que impide al agricultor el almacenaje de semillas y la selección de frutos para futuras siembras (García, 2019). Este monopolio ha derivado en que muchos agricultores tradicionales sean sancionados, sus semillas confiscadas, y toneladas de alimento arrojadas a la basura.  

 

El sistema productivo agrícola industrial que se cobija en el regazo del mercado libre no alimenta a la población, y como lo estableció Minga (2020) en una charla sobre agroecología, son las economías locales, de pequeña escala las que realmente sostienen a los pueblos, y por ello, a partir de la política de Soberanía Alimentaria, se busca proteger la capacidad de los pueblos a definir sus políticas agrícolas, productivas y alimentarias, que normalmente son arrasadas con la liberación del mercado (Windfuhr y Jonsén; 2005). El fenómeno de globalización que se genera, homogeniza a la sociedad y aplaca la multiculturalidad (García, 2019), desvinculando a las localidades de su entorno, justamente porque este fenómeno opera descontextualizado de las realidades locales. Esto es un problema, ya que para propiciar condiciones ambientales adecuadas en cada lugar así como para impulsar estas pequeñas economías es crucial un vínculo entre los pobladores y su medio natural, el cual es desdibujado por los alcances de la globalización.

 

Uno de los principales conflictos en los defensores del mercado, es la consideración de la defensa del medio ambiente como una sensibilidad ambientalista, mas no como una necesidad urgente ante los potenciales efectos catastróficos resultantes de la sobreexplotación del medio ambiente. Los derechos de la naturaleza y los derechos humanos derivados, al ser concebidos desde una política de liberación del mercado son susceptibles de convertirse en mercancías, ya que en esencia se vuelven parte del mercado, y eso implica que tengan un dueño. En el pasado jurídico, la esclavitud fue abolida debido a que un número cada vez mayor de individuos y grupos la condenaron. De la misma manera, las injusticias ambientales y sociales producidas a partir de la liberación del mercado deben ser una construcción que confronte aquellos dueños de nada que controlan todo.

 

 

Ilustración de portada: Steve Cutts.

 

 

Referencias:

 

Álvarez, M. (2019). La Doctrina del Mercado Libre desde una perspectiva política. Polis, Vol. 15, No. 1, pp. 143-172. Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/pdf/polis/v15n1/2594-0686-polis-15-01-143.pdf

Black, L. (2007). Why Corporations Choose Delaware. Delaware Department of State Division of Corporations.

Carpintero, O. (2007). La apropiación humana de producción primaria neta (AHPPN) como aproximación al metabolismo económico. Ecosistemas. Recuperado de: http://www.revistaecosistemas.net/articulo.asp?Id=504&Id_Categoria=1&ti…

Daly, H. (1997). The Perils of Free Trade. Scientific American Vol. 269, No. 5

Esty, D. (2001). Comercio internacional y medio ambiente. Comercio internacional y medio ambiente: derecho, economía y política, págs. 73-88. Recuperado de: http://www.oas.org/dsd/Toolkit/Documentosspa/ModuloI/Esty%20Lecutra%20e…

FAO. (2004). The State of Food Insecurity in theWorld 2004. FAO, Rome.

Fatás, (1997). Una propuesta metodológica: ¿Qué es una sociedad esclavista? Memorias de historia antigua, No.1, págs. 17-32. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2018497

García, S. (2019). La producción, importación y exportación de semillas producto del mejoramiento genético como amenaza a la multiculturalidad en Colombia. Universidad Católica de Colombia. Facultad de Derecho. Bogotá, Colombia.

Gudynas, E. (2014). Derechos de la Naturaleza. Ética biocéntrica y políticas ambientales. Programa de Democracia y Transformación social. Perú.

Lopez, G. (2002). Trabajo infantil jornalero agrícola, políticas de libre comercio y globalización.  Estudios Fronterizos, vol. 3, núm.5.

Martín-López, B. y Montes, C. (2011). Biodiversidad y servicios de los ecosistemas. Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Alcalá de Henares, España, Universidad de Alcalá.

Martínez, E. y Acosta, A. (2017). Los     Derechos de la Naturaleza como puerta de entrada a otro mundo           posible. Rev. Direito e Práx., Vol.08,            N.4, p.  2927-2961. Recuperado de: https://www.scielo.br/pdf/rdp/v8n4/2179-8966-rdp-8-4-2927.pdf

Minga, D. (2020). Retos de la Agroecología en Azuay. Universidad del Azuay.

Tausch, A. y Heshmati, A. (2018). The Effects of Globalization on the Environment. UKH Journal of Social Sciences, Vol. 2, No. 1, pp 25-40. DOI: 10.25079/ukhjss.v2n1y2018.  

Vaughan y Block. (2002).

Welton, M. (2008). El derecho internacional y la esclavitud. Military Review. Recuperado de:https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/militaryreview/Archives/Spani…

Windfuhr, M. y Jonsén, J. (2005). Soberanía Alimentaria. Hacia la democracia en sistemas alimentarios locales. The Schumacher Centre for Technology and Development, Warwickshire, UK

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